08 enero 2014

El árbol de la ciencia




La evaluación pasada leímos en clase la novela “El árbol de la ciencia” de Pío Baroja, escritor de finales del siglo XIX y principios del XX, famoso por la cantidad y calidad de su obra en prosa, al que además nos unen nuestras raíces, ya que él también era donostiarra.

“El árbol de la ciencia” es la historia de una vida desorientada, de un hombre llamado Andrés Hurtado, que busca en la Filosofía una brújula que lo guíe en medio de una España socialmente atrasada en comparación con el resto de Europa. La narración fluye como si de la corriente de un río se tratara: hay momentos en los que la trama avanza con calma, desviándose hacia historias secundarias, y momentos en los que los acontecimientos se precipitan y el lector tiene la sensación de avanzar por unos rápidos a un ritmo vertiginoso, frenético.

A mí la lectura del libro me deja con el sabor agridulce de quien prueba algo que no ha comido antes y no sabría decir si le gusta o no. Por un lado, el realismo del argumento, de los personajes, de la narración, traslada al lector a la época y permite seguir el curso de los hechos con amenidad, sin descripciones  barrocas ni grandes dificultades para la comprensión, lo cual es un punto a favor del libro.  Sin embargo, el carácter abúlico, falto de voluntad del protagonista y la ausencia de acción en prácticamente toda la novela generan una relajación a la hora de leer en mi opinión excesiva. He echado de menos esa tensión, esas ganas de saber qué va a suceder a continuación y que permiten (o al menos a mí me lo permiten) engancharse a un libro.

En líneas generales, pienso que al libro le irían bien una capa de acción y unas pocas pinceladas de tensión. De todos modos, me ha encantado la manera de escribir de Baroja. Y sabiendo que son famosas sus novelas de aventuras, voy a ver si puedo echarle el guante a alguna.




Ignacio Vera Aguinaga
2º Bachillerato 


1 comentario:

  1. En la biblioteca del cole puedes encontrar las novelas de aventuras de Baroja que quieras, Ignacio. ¡Anímate!

    ResponderEliminar