29 abril 2014

El Decamerón


     El primer impulso que me llevó a coger el libro de la biblioteca surgió en clase, cuando estábamos estudiando las obras renacentistas y me llamó la atención entre todas las demás, ya que, como otras tantas obras de la antigüedad, era una recopilación de cuentos conocida en todo el mundo. Además, también me interesaba saber qué historia unía todos aquellos cuentos para que fueran relatados.

     Con todas estas dudas en mi interior, comencé la lectura de esta fantástica obra. Giovanni Boccaccio plasma en ella todos los valores de la sociedad contemporánea, convirtiéndolos en numerosas ocasiones en el tema principal de cada cuento, como el amor imposible entre dos jóvenes por pertenecer a clases sociales diferentes o los problemas causados debido al amor carnal que lleva, a veces, a la muerte de alguno de los personajes. También hay que destacar que estos valores son, en algunas ocasiones, contrarios a los del pensamiento moderno, ya que se hace referencia a la mentalidad de un tiempo en el que se hablaba de “la ineptitud y estupidez de la mujer” (aunque en ciertos relatos se demuestre lo contrario) y, como ya he mencionado anteriormente, la imposibilidad del amor entre gente de distinto estatus social. Estos valores son los que demuestran la gran presencia de la ideología de la época en estos cuentos, los cuales, en su mayoría, no son más que réplicas de otros relatos narrados en distintas recopilaciones, como Las mil y una noches.

     La obra comienza con un preludio que nos habla de la desesperante situación provocada por la peste en Italia, que lleva a nuestros diez protagonistas (7 mujeres y 3 hombres) a refugiarse durante diez días en una villa para huir de la epidemia. Para hacer más llevadera la espera, deciden que cada día uno de los diez se convertirá en el “rey” de la villa que regirá el lugar y decidirá de qué tema tratarán los cuentos que se relatarán al atardecer. De esa manera, al llegar la hora de los cuentos, cada uno de los protagonistas cuenta uno que se basa en el tema elegido por el rey, excepto Dioneo, quien desde el primer día pide al rey que él cuente un cuento que trate sobre el tema que él mismo elija. De esa manera, la obra transcurre en diez días, en cada uno de los cuales se relatan diez cuentos, haciendo, de esta manera, que al llegar al final se hayan contado 100 historias.

     En mi opinión, esta obra es muy recomendable para todos aquellos que quieran conocer en profundidad la época del Renacimiento. Es más, al tratarse de cuentos de cierta brevedad, pueden leerse poco a poco, por lo que si se decide leer el libro cada cierto tiempo no hay problemas por no recordar la trama argumental anterior, ya que, como antes se ha explicado, se trata de una recopilación de cuentos independientes cuya conexión suele ser el tema seleccionado cada día. A diferencia de otras recopilaciones, los cuentos son más extensos que lo usual, aunque ello no impide que puedan ofrecer jugosas historias de profundo contenido.

     Por todos estos motivos, además de que en la mayoría de los relatos se encuentra una gran carga humorística, recomiendo considerablemente esta obra.


John Mendiburu, 4º ESO



1 comentario:

  1. Enhorabuena, John, por elegir todo un clásico y por poner sobre el tapete la influencia del paso del tiempo sobre los valores de cada época.

    Abrazos.

    ResponderEliminar