Tras
algunos meses de calma, el polémico autor Dan Brown, escritor del “Código Da
Vinci “ y “Ángeles y Demonios”, vuelve a la carga con esta novela, que en poco
tiempo se ha convertido en uno de los mayores bestsellers de la última década.
El profesor Robert
Langdon (protagonista de las obras anteriormente mencionadas) despierta en un
hospital en Italia con una amnesia que le impide recordar sus últimas treinta y
seis horas de vida. Poco después de despertar, una misteriosa mujer lo ataca y
se ve obligado a huir junto a Sienna Brooks, una doctora del hospital. Juntos,
tendrán que descubrir lo que ocurrió durante esos días que Langdon es incapaz
de recordar además de evitar una catástrofe, ideada por un científico
obsesionado con el fin del mundo y con una de las obras más importantes de la
literatura universal, la Divina Comedia.
La
novela arranca de tal modo que te engancha nada más empezar. Dan Brown tan solo
necesita las tres páginas que constan el prólogo para hacer que el lector se
vea repleto de misterios. ¿Quién es el hombre que se suicida? ¿Quién lo
persigue? ¿Qué significan esas enigmáticas últimas palabras que recita antes de
morir? Preguntas, preguntas y más preguntas que se irán resolviendo a medida
que transcurra la obra, además de otras tantas que surgirán y reemplazarán a
las anteriores. A medida que transcurre la obra, la historia se verá
interrumpida con la intervención de otros personajes, en apariencia no
relevantes con lo que ocurre, pero que al final se verá la relación que une a
todos ellos, incluyendo ciertos giros argumentales imprevistos y con un final
que no dejará indiferente a nadie.
En
mi opinión, una obra absorbente y apasionante de las que no puedes dejar de
leer hasta el final y con una interesante mezcla de las obras de arte italianas
con acertijos encriptados y tramas ocultas que, como tema central, abarcará
cuál es el papel que tenemos que tomar a la hora del desarrollo de la
tecnología en nuestro mundo.
John Mendiburu Gómez 1º Bachiller D
La Divina Comedia, El Decamerón... Tenemos a un amante de los clásicos entre nuestros colaboradores. ¡Esto promete! :) ¡Gracias, John! Abrazos.
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