El primer impulso que me llevó a coger el libro de la
biblioteca surgió en clase, cuando estábamos estudiando las obras renacentistas
y me llamó la atención entre todas las demás, ya que, como otras tantas obras
de la antigüedad, era una recopilación de cuentos conocida en todo el mundo.
Además, también me interesaba saber qué historia unía todos aquellos cuentos
para que fueran relatados.
Con todas estas dudas en mi interior, comencé la lectura de
esta fantástica obra. Giovanni Boccaccio plasma en ella todos los valores de la
sociedad contemporánea, convirtiéndolos en numerosas ocasiones en el tema
principal de cada cuento, como el amor imposible entre dos jóvenes por pertenecer
a clases sociales diferentes o los problemas causados debido al amor carnal que
lleva, a veces, a la muerte de alguno de los personajes. También hay que
destacar que estos valores son, en algunas ocasiones, contrarios a los del
pensamiento moderno, ya que se hace referencia a la mentalidad de un tiempo en el
que se hablaba de “la ineptitud y
estupidez de la mujer” (aunque en ciertos relatos se demuestre lo
contrario) y, como ya he mencionado anteriormente, la imposibilidad del amor
entre gente de distinto estatus social. Estos valores son los que demuestran la
gran presencia de la ideología de la época en estos cuentos, los cuales, en su
mayoría, no son más que réplicas de otros relatos narrados en distintas recopilaciones,
como Las mil y una noches.
La obra comienza con un preludio que nos habla de la
desesperante situación provocada por la peste en Italia, que lleva a nuestros
diez protagonistas (7 mujeres y 3 hombres) a refugiarse durante diez días en
una villa para huir de la epidemia. Para hacer más llevadera la espera, deciden
que cada día uno de los diez se convertirá en el “rey” de la villa que regirá
el lugar y decidirá de qué tema tratarán los cuentos que se relatarán al
atardecer. De esa manera, al llegar la hora de los cuentos, cada uno de los
protagonistas cuenta uno que se basa en el tema elegido por el rey, excepto
Dioneo, quien desde el primer día pide al rey que él cuente un cuento que trate
sobre el tema que él mismo elija. De esa manera, la obra transcurre en diez
días, en cada uno de los cuales se relatan diez cuentos, haciendo, de esta
manera, que al llegar al final se hayan contado 100 historias.
En mi opinión, esta obra es muy recomendable para todos
aquellos que quieran conocer en profundidad la época del Renacimiento. Es más, al
tratarse de cuentos de cierta brevedad, pueden leerse poco a poco, por lo que
si se decide leer el libro cada cierto tiempo no hay problemas por no recordar
la trama argumental anterior, ya que, como antes se ha explicado, se trata de
una recopilación de cuentos independientes cuya conexión suele ser el tema
seleccionado cada día. A diferencia de otras recopilaciones, los cuentos son
más extensos que lo usual, aunque ello no impide que puedan ofrecer jugosas
historias de profundo contenido.
Por todos estos motivos, además de que en la mayoría de los
relatos se encuentra una gran carga humorística, recomiendo considerablemente
esta obra.
John Mendiburu, 4º ESO
Enhorabuena, John, por elegir todo un clásico y por poner sobre el tapete la influencia del paso del tiempo sobre los valores de cada época.
ResponderEliminarAbrazos.