
Aunque se tenía noticia de que el manuscrito de la nueva novela se encontraba desde hace décadas en la casa familiar de los Baroja en Bera (Navarra), se sugiere que no ha podido ver la luz hasta ahora a causa de su carácter claramente contrario a la Guerra Civil y al régimen dictatorial que la siguió. Si bien este dato puede perfectamente ser cierto, cabe pensar que durante 40 años de democracia habrá habido más factores que han retrasado la puesta en marcha de la publicación.
En la línea de su espíritu profundamente reflexivo, Baroja se vale de la mirada de Juan de Oyarzun, personaje que camina por las páginas y paisajes de la obra a la manera del Machado (y del Baroja) más introspectivo, al tiempo que vierte en el texto la crítica del propio autor ante una España anclada en el pasado.
Sesenta años después de su muerte, el escritor donostiarra tiene algo más que decirnos.
Gracias Begoña por tenernos al corriente de publicaciones tan interesantes como ésta. Seguro que será apasionante...
ResponderEliminar¿Verdad que sí? :))
EliminarUn beso fuerte.